Escucha activa
La escucha activa es el proceso por el cual un individuo obtiene información de otro individuo o grupo.
El elemento “activo” implica concentrarse completamente en lo que se dice, prestar atención a la conversación, no interrumpir y tomarse el tiempo para comprender lo que está discutiendo el hablante. Implica escuchar con todos los sentidos y prestar toda la atención al hablante, es importante que el “oyente activo” también sea “visto” en su acción de escucha.
Algunas características de la escucha activan incluyen retroalimentación paciente, comunicación verbal y no verbal, sin prejuicios, hacer preguntas y solicitar aclaraciones y resumir.
La escucha activa significa no tener malos hábitos de escucha como los siguientes:
- Estar “en tú propio mundo” y no prestar atención;
- No mostrar respeto por el hablante;
- Considerar solo un significado superficial de lo hablado;
- Interrumpir;
- No hacer contacto visual;
- Meter prisa al orador;
- Distraerse fácilmente;
- “Tomar el protagonismo” de la historia (decir “eso me recuerda la época…”)
- Olvidar lo que se dijo en el pasado;
- Preguntar sobre detalles sin importancia;
- Centrarse demasiado en los detalles y perderse el panorama general;
- Ignorar lo que no se entiende;
- Soñar despierto;
- Pretender prestar atención solo.
De esta manera, la escucha activa es lo opuesto a la audición pasiva.
Consejos para practicar la escucha activa
- Haz contacto visual mientras la otra persona habla. Evite cruzar los brazos ya que esto indica que no está escuchando;
- No interrumpir mientras la otra persona está hablando;
- Parafrasear lo que se ha dicho, por ejemplo, “En otras palabras, lo que estás diciendo es…” ;
- No escuches a tu diálogo interno mientras escuchas. Evite soñar despierto;
- Observe el comportamiento no verbal para captar el significado oculto, además de escuchar lo que se dice;
- Se abierto, neutral y abstente de emitir juicios mientras escucha;
- Mostrar interés haciendo preguntas para aclarar lo que se dice. Haz preguntas abiertas para animar al orador y evita las preguntas cerradas de sí o no;
- Se paciente mientras escucha: podemos escuchar mucho más rápido de lo que otros pueden hablar;
- Aprende a reconocer la escucha activa. Aprende de los errores de los demás.
Ejemplos de respuestas de escucha activa
- Generar confianza y establecer una relación: “Dime qué puedo hacer para ayudar”.
- Demostrar preocupación: “Tengo muchas ganas de ayudar; Sé que estás pasando por algunos desafíos difíciles”.
- Parafraseando: “Entonces, estás diciendo que…”
- Breve afirmación verbal: “Entiendo que te gustaría recibir comentarios más frecuentes sobre su desempeño”.
- Hacer preguntas abiertas: “Está claro que la situación actual es intolerable para ti. ¿Qué cambios te gustaría ver?”
Escucha activa – actividad
Nombre de la actividad:
Importancia de la escucha activa
Objetivo de la actividad:
Que todos los participantes experimenten el hecho de no ser escuchados y desarrollen una comprensión de qué probablemente habrá situaciones en la que no serán escuchadas.
Habilidades que desarrolla la actividad:
- Centrarse en lo que dice el orador;
- Empatía y respeto;
- Para obtener confirmación y comprensión;
- Desarrollo e incorporación de la escucha activa.
Para cuántas personas es adecuada la actividad:
Minimum a pair
Tiempo necesario para la actividad:
30 minutos
¿Cuántos instructores se necesitan?
1
Otros requisitos para la actividad (espacio, equipamientos, …):
Ninguno
Descripción de la actividad:
Pide a los participantes que trabajen en parejas. Una persona es A, la otra es B. Reúna a todos los As y explíqueles su papel (los B no pueden oír tu explicación), o deles instrucciones por escrito. Haz lo mismo con todos los Bs.
Compañero A: Tú papel en este ejercicio es hablar con tu compañero y contarle todo lo que hiciste este fin de semana, o sobre tu música favorita y por qué te gusta.
Compañero B: En este ejercicio, su compañero comenzará a contarte algo. Tú papel es NO escuchar y dejar claro que no estás escuchando y que no estás interesado, usando cualquier forma no verbal (no hablada) que se te ocurra (como bostezar, moverse nerviosamente, apartar la mirada, etc.). Después de cinco minutos, detén el ejercicio. Pide a los participantes que intercambien roles y repite el ejercicio con sus nuevos roles.
Evaluación
Vuelve a reunir a todo el grupo. Facilita una discusión, utilizando las siguientes preguntas para extraer puntos de aprendizaje:
- ¿Cómo se sintió ser B, sin escuchar a A?;
- ¿Cómo reaccionaron los As? (Algunos pueden haberse enfadado; otros tal vez se sintieron intimidados y dejaron de hablar).
- ¿Cómo se sintieron los Bs acerca de esa reacción?;
- ¿Cómo se sintió al ser A y no ser escuchado?;
- ¿Hay algunos (grupos de) personas en nuestra comunidad que a menudo no son escuchadas? ¿Quién? ¿Por qué? ¿Qué impacto tiene ese situación de no ser escuchados en ellos? ¿Y en el resto de la comunidad?
- ¿Qué podemos hacer para asegurarnos de que nos escuchamos (y aprendemos) unos de otros?
Respuestas sugeridas:– Permite tiempo para que todos tengan su opinión; crea varios tipos de oportunidades para que las
personas contribuyan (a través del trabajo en equipos pequeños, trabajo en parejas, dibujos,
juegos de roles, etc., no solo discusiones de todo el equipo o de mesa redonda);
– Di lo que quieras decir, pero consciente de tu responsabilidad de respetar el derecho de las personas a expresarse;
– Escucha lo que dice la otra persona: concéntrate, céntrate en el hablante, no te muevas, no pienses sólo en lo que vas a decir como respuesta;
– Reconoce lo que dice el hablante, mostrando que aceptas su punto de vista, o al menos respetas su
derecho a sostenerlo, si no estás de acuerdo con él;
– Usa el lenguaje corporal para demostrar que está escuchando;
– Ten en cuenta que nuestra capacidad para escuchar lo que se dice puede verse afectada por nuestras percepciones de la persona que está hablando o la forma en que habla..
Referencias
- Topornycky J, Golparian S. Balancing openness and interpretation in active listening. Collected Essays on Learning & Teaching. 2016;9:175-184.
