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Presta atención a las cosas pequeñas. Seconvierten en cosas grandes.– Jocko Willink

La observación crítica es la capacidad de notar detalles sutiles o obtenerlos a través del análisis que permite actuar en las situaciones con más tacto. Nuestras habilidades de observación nos informan sobre objetos, eventos, actitudes y fenómenos usando uno o más sentidos, formando así una base para una comunicación eficiente y fructífera. La observación crítica es una de las llamadas habilidades blandas, pero puede suponer
resultados difíciles.
En el lugar de trabajo moderno, la observación crítica brinda a los empleados la capacidad de ver un problema incluso antes de que esté en el horizonte e interpretar los datos de la situación para satisfacer las necesidades cambiantes. Esto se vuelve cada vez más importante, ya que se espera que los empleados entreguen soluciones
más interpretativas, no solo copiando y pegando las tareas asignadas sin improvisar. La capacidad de captar matices sutiles en el discurso o las situaciones profundiza el valor estratégico que uno puede aportar a la organización para la que se trabaja.
Suena bastante fácil: prestar atención a los detalles sutiles que de otro modo podrían pasarse por alto, ya sea en el comportamiento y la apariencia de los demás o en la situación que nos rodea. Pero la observación crítica es una habilidad real y requier práctica constante.

“Aprende a prestar atención a las pequeñas cosas. A menudo pasamos por alto los matices de las situaciones y luego nos preguntamos por qué las cosas se desarrollaron de la forma en que lo hicieron. Prestar atención. Las pequeñas cosas importan; importan menos, pero importan”, dice Jocko Willink*, fue un SEAL de la Marina durante veinte años que fué ascendiendo de rango para convertirse en el comandante de la Unidad de Tareas Bruiser, la Unidad de Operaciones Especiales más condecorada de la Guerra de Irak. 

Consejos útiles para practicar: 

Se curioso

1. Sea curioso. La curiosidad es la primera clave para la observación de cualquier tipo. Interésate en la persona/fenómeno/situación con la que estás interactuando, y será más fácil detectar detalles que de otro modo podrías pasar por alto.
Sherlock Holmes y su famoso método de deducción podrían verse como el típico ejemplo de observación crítica. Holmes no solo analizaba lo que esperaba ver, sino que sentía curiosidad por las pequeñas cosas que le llevaban a algo inesperado.
Inspector: “¿Hay algún punto sobre el que desee llamar mi atención?”
Holmes: “Al curioso incidente del perro en la noche”.
Inspector: “El perro no hizo nada durante la noche”.
Holmes: “Ese fue un incidente curioso”.
(Conan Doyle. Silver Blaze)
Esta simple deducción muestra el alcance de la atención de Holmes a los detalles y su comprensión de que, a veces, las pistas más importantes son los eventos que no sucedieron. Holmes se da cuenta de que el perpetrador del crimen debe haber sido alguien familiar en la casa, ya que el perro no ladró cuando se acercó el perpetrador. 

Se más como un jurado #8

El modelo a seguir para una buena observación crítica es también el miembro del jurado número 8, la película. Davis (interpretado por el difunto Henry Fonda) es el protagonista principal de la serie y la película 12 Angry Men, el octavo de los doce miembros del jurado..
En 12 Angry Men, el personaje de Fonda se niega a aceptar la opinión de los otros 11 miembros del jurado de que el adolescente acusado es culpable. El miembro del jurado n. ° 8 anota detalles sobre el caso de asesinato en cuestión que otros no han visto.
Lentamente, el resto del jurado se convence a medida que se superan sus reservas y se dan cuenta de que hay fallos en las pruebas contra el acusado. 

“La observación crítica requiere una perspectiva escéptica. Se necesita tiempo y energía. Cuestione lo que le dicen, profundice más allá de las impresiones superficiales. No acepte
la sabiduría convencional ni los mitos y rumores que suelen circular en las empresas y organizaciones.”
Stefan popa,
profesor invitado en práctica gerencial en Cass Business School de Londres

El escepticismo y la observación crítica rara vez hacen que una persona sea agradable y popular a los ojos de los demás. Por lo tanto, necesita ser racionado. Sin embargo, tal pensamiento también puede ayudar a evitar muchos errores innecesarios y dañinos, tanto en las relaciones personales como en el campo profesional.